La capital regional de Ñuble tendrá en el futuro dos nuevos accesos desde la Ruta 5, una vez que sea licitada la nueva concesión de la carretera Talca-Chillán y la empresa adjudicataria comience a ejecutar las inversiones propuestas por el mandante, en este caso el Ministerio de Obras Públicas.
Según antecedente de la entidad estatal y de acuerdo al análisis de las bases que regularon el contrato, Chillán dispondrá de nuevos ingresos por los sectores de Parque Lantaño y Sepúlveda Bustos, los que estarán separados por aproximadamente 2,87 kilómetros.
En estos casos, la firma que logre el millonario contrato de concesión, deberá construir enlaces que mejorarán ingresos y salidas desde la capital de Ñuble, que en la actualidad solamente posee el peaje norte, al que se suma el de Chillán Viejo, por el sur.
De esta manera, la intercomuna en su conjunto dispondrá de cuatro portales que facilitarán el tránsito de vehículos que se mueven por la Ruta 5 Sur. Hoy solo existen dos.
De acuerdo a información del Ministerio de Obras Públicas (MOP), el tramo Talca–Chillán de la Ruta 5 sur considera las regiones de Maule y Ñuble, beneficiando a las comunas de Río Claro, San Rafael, Pelarco, Talca, San Clemente y Maule en la Provincia de Talca; San Javier, Villa Alegre, Yerbas Buenas, Linares, Longaví, Retiro y Parral, en la Provincia de Linares; Ñiquén, San Carlos y San Nicolás, en la Provincia de Punilla; y Chillán y Chillán Viejo, en la Provincia de Diguillín.
Con respecto a las nuevas obras, existirá una ampliación a terceras pistas, en el tramo de Ñuble. También se contará con nuevos enlaces, atraviesos, retornos, calles de servicio y pasarelas con sus respectivos paraderos.
Como consecuencia de la existencia de dos nuevos accesos a Chillán por Sepúlveda Bustos y Parque Lantaño, el exseremi de OO.PP. y actual intendente, Cristóbal Jardúa, había generado una mesa de trabajo interministerial de conectividad con Transportes y Vivienda.
193 kilómetros
El proyecto consiste en el mejoramiento de la Ruta 5 entre las ciudades de Talca y Chillán que comienza aproximadamente entre el km 219,49 (sector norte de río Claro) y el km.412,80 (Chillán Viejo), con una extensión actual aproximada de 193,310 km y una longitud proyectada aproximada de 195 km. para un trazado que comprende las regiones de Maule y Ñuble.
La obra incluye el desarrollo de estructuras como puentes, viaducto, pasos de ferrocarriles, enlaces, retornos, atraviesos y pasarelas. Junto a ello está previsto la ampliación a terceras pistas en el sector entre las inmediaciones de San Carlos y Chillán Viejo, rehabilitación de calzadas existentes, rectificaciones de curvas y pendientes para velocidad de 120 km/hr con excepciones puntuales y la implementación progresiva de un sistema de cobro mediante pórticos de telepeaje en todo su trazado.
El tramo concesionado, cuenta en la actualidad con 76 puentes, entre los que se destacan puente Maule, puente Achibueno, puente Longaví, puente Perquilauquén y puente Ñuble. Además, registra 42 pasos inferiores, 52 pasarelas, 17 pasos superiores, 72 kilómetros de calles de servicio y 4 áreas de servicio.
De acuerdo a datos del MOP, el presupuesto oficial de la obra llega a los 19.180.000 Unidades de Fomento, esto es, alrededor de US$804 millones de dólares.
El plazo total de la futura concesión, llegaría a los 32 años (384 meses), lo que podría sufrir variaciones.
En el caso de Ñuble, además de los accesos a Chillán, se contempla la construcción por parte de la futura concesionaria de 12 pasarelas, además de la rehabilitación de otras 19.
En materia de puentes, el plan del MOP considera nueve estructuras, algunas de ellas consideran reemplazo completo y otras ensanche de las estructuras existentes o reparaciones.
Para el MOP, el objetivo final es mejorar el estándar técnico y los niveles de servicio de la ruta y garantizar condiciones de seguridad y confort a los usuarios que transitan por aquella.
Según el cronograma que manejan las autoridades, la ejecución de las numerosas obras contempladas en las bases de licitación se desarrollarían en los próximos años y una vez que se realicen los estudios técnicos por parte de la empresa seleccionada.
Luego de la adjudicación, que puede resolverse en el corto plazo, la empresa tendrá que desarrollar ingeniería de detalles de las obras que se deberán ejecutar, además de consultas de pertinencias ambientales, expropiaciones, entre otros elementos técnicos que podrían demorar entre dos a cinco años.
De esta manera, se estima que las obras requeridas por el MOP en la carretera podrían comenzar a ser ejecutadas durante el año 2022.
Para definir la cartera de proyectos, el MOP trabajó desde el año 2017 con una consultora externa, que a través de consultas con municipios y comunidades, proporcionó un diagnóstico y análisis del área en que se ejecutará el proyecto vial a concesionar.