La construcción del nuevo Hospital Regional de Ñuble continúa registrando importantes avances, esta vez, los equipos que trabajan en la obra se encuentran instalando 391 aisladores sísmicos dispuestos en el cielo del nivel -2, en toda la superficie de la megaobra.
Este tipo de dispositivos se sitúan en las fundaciones de la estructura con el objetivo de absorber la deformación frente a un posible evento telúrico, protegiendo al edificio.
Su propósito es filtrar el movimiento, cuando el terreno vibra, resguardándolo de los efectos que un terremoto pudiese generar; cuidando con ello la vida de las personas al evitar daños estructurales y superficiales.
El director del Servicio de Salud Ñuble, Ricardo Sánchez, destacó la importancia de esta tecnología: “La historia de nuestro país y muy especialmente de Chillán, está marcada por la ocurrencia de grandes terremotos que han obligado a levantarse una y otra vez, relocalizando incluso nuestro territorio. Por ello, una de las prioridades fijadas por el equipo de este proyecto es construir futuro sobre bases sólidas que nos
den seguridad en todo momento”.
“Siempre lo hemos dicho, el establecimiento será parte de una nueva generación de hospitales que cuentan con mayores estándares de calidad, eficiencia energética, construcciones sismorresistentes y espacios amigables, entre otras características que hacen de estos recintos lugares más seguros y cómodos para nuestros usuarios y funcionarios”, recalcó el directivo.
Tecnología sin precedentes Ñuble
El nuevo Hospital Regional es una de las nuevas construcciones en el país que contará con este tipo de tecnología antisísmica, capaz de resistir un movimiento superior al terremoto del 27 de febrero de 2010.
Al respecto, Sebastián Olea, Inspector Técnico de la Obra, explicó que “la instalación de estos aisladores sísmicos es un hecho inédito en la Región, que no cuenta hasta ahora con esta tecnología en otras construcciones y que permiten disminuir los movimientos del edificio en relación con el terreno exterior cuando ocurre un sismo, generando mayor seguridad para el funcionamiento de una infraestructura tan crítica como un hospital de alta complejidad”.
En este mismo sentido, el ingeniero destacó que ya se han instalado 60 aisladores en el terreno y se estima que este trabajo finalice en febrero del 2021, “momento en el que estarán todos dispuestos en la construcción”, puntualizó.
Actualmente en la obra se desempeñan cerca de 300 personas, resguardando todas las medidas de prevención para evitar accidentes y prevenir contagios por Covid-19.