Con un fuerte foco en medidas de prevención y reducción de riesgos, las empresas forestales han redoblado los esfuerzos para prevenir los incendios rurales que se han comenzado a manifestar tempranamente en todo el país, poniendo una voz de alerta sobre la temporada estival 2021-2022 que se avecina.
En el lanzamiento del Plan Nacional de Incendios que encabezó esta semana el presidente de la República en el aeródromo de Rodelillo, Región de Valparaíso, el vicepresidente de Corma, Eduardo Hartwig y la gerente general del gremio, Victoria Saud, informaron que el sector forestal privado ha trabajado intensamente todo el invierno con Conaf mejorando coordinaciones y protocolos de emergencia e intensificando las medidas de prevención y disminución de riesgos en las zonas de mayor probabilidad de ocurrencia y propagación de incendios, área en la cual han invertido este año más de 12 millones de dólares.
El vicepresidente de Corma, Eduardo Hartwig, señaló que las empresas forestales “han destinado estos recursos a la mantención de 20.630 km de cortafuegos, el doble de la temporada anterior y la construcción de 377 km nuevos. También se han eliminado grandes volúmenes de ramas, maleza y desechos de faenas de cosecha en una extensión de 9.811 km, un 55% más que en la última temporada y se han realizado despejes de caminos, podas y limpieza en zonas cercanas a tendidos eléctricos en una extensión de 172 km, también duplicando lo hecho en la última temporada”, destacó.
Inversión, recursos técnicos y brigadistas
En lo que respecta al combate de incendios, el Departamento de Prevención y Control de Incendios de Corma, que integran siete empresas forestales, ha dispuesto para esta temporada una flota de 60 aeronaves, dentro de las que destacan 3 helicópteros Chinook y 4 Kamov de gran capacidad) que se enfocarán fundamentalmente en proteger las zonas de interfaz y los centros poblados, y 3.350 brigadistas, entrenados y capacitados, dentro de los cuales se cuentan 32 brigadas nocturnas, especialistas en trabajar en condiciones de baja visibilidad y que son claves para liquidar los incendios de noche cuando la temperatura desciende.
En total, las empresas forestales han destinado para este año 97 millones de dólares para la prevención y combate de incendios, cifra que implica un aumento del 12% respecto a la temporada anterior y más que duplica el promedio histórico a 2017.
Eduardo Hartwig destacó que estos recursos y el trabajo coordinado que se está llevando a cabo con Conaf, Onemi, Bomberos y entidades públicas, “tienen como único objetivo proteger a nuestros vecinos, sus viviendas, instalaciones y bosques, en ese orden y colaborar y apoyar en todas las emergencias que surjan”.
Al respecto, recordó que el 47% de los incendios que combaten las empresas forestales cada temporada se registra en terrenos de terceros y no en su patrimonio forestal. “Las llamas no distinguen ni discriminan y por eso hemos fortalecido la colaboración y coordinación público-privada, para ser mucho más efectivos en la prevención y control de las emergencias”, subrayó.
Intencionalidad y seguridad
Para Corma una de las principales preocupaciones de esta temporada es la combinación de alta intencionalidad con la situación de violencia que se vive en el sur del país. “En Chile- dijo Hartwig- los árboles no se prenden solos”. El 99% de los incendios es por causa humana: negligencia o intencionalidad y en la última temporada, la intencionalidad en Biobío y La Araucanía fue de un 42,8%, concentrándose en las provincias de Arauco y Malleco.
Al respecto, alertó que a la alta intencionalidad se suma que “hoy cada vez es más frecuente que los brigadistas, ya sean de Conaf o de Corma, no puedan ingresar a ciertas zonas para combatir incendios que ponen en peligro la vida de vecinos o sus viviendas, porque incluso son agredidos y sus equipos robados o destruidos. Por eso, llamamos a la ciudadanía a que nos colabore alertando sobre cualquier indicio o riesgo de incendio”, concluyó Hartwig.