La vida en Quirihue gira en torno a la actividad forestal, gran parte de los 12.500 habitantes de la capital de la provincia de Itata en la región de Ñuble, se relaciona, de alguna manera u otra, con la producción silvícola y es así como desde el liceo, en su formación dual, Benito Constanzo Irribarra decidió que ésta sería su vida.
Estudió técnico forestal porque sus amigos se interesaban en lo mismo, hizo su práctica como brigadista en una empresa privada en 2008 y en abril del año siguiente empezó su vida laboral en Forestal Pinares, donde trabaja hasta hoy como operador de dos de las máquinas más importantes de la cosecha y madereo. “Desde que salí del liceo, no estuve parado en ningún momento. Yo conocía a amigos que eran calibradores y jefes de faena que contaban que eran bien pagados y eran buenos los turnos, con días para descansar y un amigo me invitó a trabajar aquí “, explica.
Su primera labor en la empresa de servicios Forestal Pinares fue la de estrobero, rol en el que se desempeñó hasta sus 22 años. “Me gustaba ser estrobero, había momentos en que trabajaba y otros en que descansaba por los turnos y, como estrobero, era el mejor pagado. Cuando me metí a trabajar no sabía nada de nada, yo había visto las máquinas por foto, pero aprendí todo aquí en la forestal, con mis compañeros.” Actualmente es operador del cuadro de madereo, operando permanente un Skidder Grapple Tiger 6×6 y, de acuerdo a las necesidades en la faena, realiza turnos de apoyo o reemplazo en la actividad de volteo en un Feller Buncher John Deere 759.
Benito cuenta que “cuando trabajaba como estrobero, el caballero operador de Feller me iba explicando cómo se manejaba esa máquina que voltea y en un momento, se modificaron los turnos y faltaba una persona que trabajara los días en que él estaba de bajada y ahí yo pasé a hacer ese turno, pasé a las máquinas. Fue harto más cómodo, menos desgaste del cuerpo porque no se está entre los palos y se gana más.” Catalogado como un excelente trabajador y mejor persona, un muchacho que llegó súper joven a trabajar en Pinares, y que, dado su disponibilidad y compromiso se le fueron dando oportunidades de mejora laboral, en las cuales siempre respondió bien, por lo que es trabajador destacado.
En el turno de 7 x 7, en un día de trabajo forestal, el furgón lo pasa a buscar para llegar a las siete a la faena. A las 8 de la mañana comienza el trabajo y a las 8 de la tarde termina. “Tenemos nuestro tiempo de colación en los comedores y cuando estamos en pensión o campamento estamos más cerca. En tiempos de invierno los campamentos son casi mejor que la pensión.” Los días de bajada los pasa en el campo en Quirihue donde vive junto a su madre y a su abuela. Días en que también trabaja el campo y cuida de los animales.
Benito explica que lo que hoy se necesita son nuevos operadores y calibradores en las faenas forestales. “Trabajar en la parte forestal es buena opción, es buena fuente laboral, se trabaja en turnos buenos porque se tienen hartos días para descansar y es buena la pega, prácticamente no haces fuerza.”
“Nunca he tenido un problema. Con mis compañeros llevo harto tiempo y hay confianza así que ando super bien. Estoy satisfecho con las posibilidades que me han dado, estoy conforme y quiero seguir en lo que estoy, estoy en la máquina más grande y en lo que más se gana y prácticamente casi toda mi vida la he pasado en esta empresa. Me dieron la oportunidad de subirme a las máquinas lo que significó un mejor sueldo. Aquí me han dado la posibilidad.”
Benito explica que no se ve en otras funciones porque quiere seguir en lo que hace por bastante tiempo más. “Estoy bien con lo que hago y así me quiero quedar.”
POR: Revista Contratistas Forestales