El inicio del año escolar estuvo marcado por el retorno presencial a las aulas después de dos años de clases telemáticas producto de la pandemia. El regreso masivo ha generado episodios de violencia en los establecimientos, algunos casos se han viralizado a nivel nacional causando conmoción y preocupación en autoridades y la comunidad educativa.
Ñuble no ha estado ajena a estos problemas de convivencia escolar: la Superintendencia de Educación ha recibido seis denuncias por maltrato a estudiantes entre el 1 de enero y el 22 de marzo de este año, de las cuales cuatro tienen relación con maltrato físico y psicológico entre alumnos y dos por maltrato físico y psicológico de adulto a estudiante.
Durante la semana recibimos un caso en Quirihue, donde una apoderada de la escuela Grumete Cortez acusa que su hijo, que cursa quinto básico, ha recibido desde el año pasado maltrato psicológico y, en dos oportunidades, maltrato físico por parte de un compañero.
Dalila Canto Aldana quiso hacer público su caso para- dijo- que situaciones como estas no sigan ocurriendo al interior de los establecimientos educacionales en general, que se tomen las medidas que se requieren, indicando que por lo mismo su hijo no quiere ir a clases, que tiene un certificado médico con un diagnóstico bastante complicado y que ya ha realizado la denuncia a la superintendencia de educación.
Consultado sobre el tema, el nuevo jefe del Departamento de Educación Municipal de Quirihue, Roberto Ferrada, sostuvo que ya estaba en conocimiento del caso gracias a la información entregada por la dirección de la escuela y que lo estaban evaluando para tener una solución lo más pronto posible que beneficie a ambas familias. Así mismo, se mostró preocupado por la crisis que se vive en los estudiantes a nivel nacional y que ya están sosteniendo reuniones con los encargados de convivencia escolar de los establecimientos educacionales de la comuna para tratar la situación.
Quisimos conocer la versión de la escuela Grumete Cortez y, pese a que su directora Marcela Placencia no accedió a brindarnos una entrevista grabada, sí nos explicó la situación. Reconoce que hubo un error al no informarle oportunamente a la apoderada que hace la denuncia, sobre lo que había ocurrido en un caso puntual. Sin embargo, recalca que existen protocolos de convivencia para este tipo de situaciones que se activaron al momento de detectar lo que estaba pasando y que se le está brindando la ayuda necesaria al otro menor, que tiene una condición especial.
Indica que es una situación difícil de abordar porque se está tratando con menores de edad pero que se les ha ofrecido y brindado, a ambas familias, las redes de apoyo con que cuenta el colegio.
Dalila Canto, por su parte, menciona que ahora solo está abocada a la recuperación de su hijo.
La comisión de educación del concejo municipal de Quirihue, en tanto, convocará a sesión a los directores de todos los establecimientos educacionales de la comuna para conocer los protocolos y la forma de enfrentar este tipo de situaciones.
Seremi de educación
Para el recién asumido seremi de Educación, César Riquelme, la violencia escolar es uno de los principales temas que se deben atender, por lo que aseguró será necesario fortalecer los protocolos implementados previo a la pandemia, que regulan los conflictos internos en la comunidad escolar, tanto los que involucran a estudiantes, docentes, apoderados, asistente educacional y a cualquier miembro de la comunidad escolar.
Desde su mirada, la ausencia de las aulas durante la crisis sanitaria implicó un retraso en los aprendizajes, pero también en los hábitos, socialización y la capacidad de los alumnos de resolver conflictos con sus pares.
“Las clases online, en definitiva, no reemplazan al proceso presencial, creo que el retroceso también se produjo desde el ámbito de la socialización. En la escuela no solamente se aprenden contenidos, también aprenden valores, desarrollan habilidades sociales y este tiempo de encierro nos demostró que la escuela era irreemplazable en el desarrollo de habilidades sociales, entonces hay un retroceso en ese sentido y se está notando en las primeras semanas de clases”, dijo.
Riquelme sostuvo que “tenemos que empezar desde el aula nuevamente a construir habilidades de resolución de conflictos. Cuando los educadores de párvulos reciben a los niños les enseñan a resolver conflictos, normas, valores, turnos y respetos de turnos y todo eso se pierde con el tema de las clases online, por lo tanto, tenemos que hacer un fuerte trabajo en la parte formativa, en la supervisión de que los establecimientos respeten los protocolos establecidos para los casos de violencia escolar”.
El seremi destacó que existen recursos y proyectos para que los establecimientos puedan contar con equipos psicosociales y contratar psicólogos y asistentes sociales que puedan desarrollar talleres e intervenciones a los cursos y detectar los problemas que afectan la convivencia escolar antes de que se agudicen.
“Nosotros, como Ministerio, debemos apoyar y hacer una orientación general a los organismos de educación y a las escuelas, en el sentido de reinstalar los procesos formativos y los protocolos. La Superintendencia educacional debe controlar, inspeccionar, velar porque se cumplan los protocolos, y la comunidad tenga claro que los establecimientos tienen los recursos para contratar equipos especializados en el tema, muchos no lo hacen, como hay escuelas que tienen un muy buen equipo psicosocial de intervención”, cerró.