El Servicio Mejor Niñez Ñuble inició los diálogos participativos en la región, los que tienen como objetivo levantar un diagnóstico de la realidad de la participación de niños, niñas, jóvenes y sus familias en el territorio, así como recoger las percepciones y experiencias éstos, con la finalidad de mejorar los procesos del Servicio.
Cabe recordar que Mejor Niñez comenzó sus operaciones en octubre del año pasado, por lo que contar con un diagnóstico es crucial para el proceso de implementación, sobre todo que este diagnóstico levante de primera fuente las necesidades y anhelos de niños, niñas, adolescentes y las familias que participan de la intervención del Servicio, en este contexto la Directora Regional de Mejor Niñez Ñuble, Virginia Alvayay, menciona que “es derecho de los niños, niñas y adolescentes a ser oídos, escuchados y a participar es un derecho fundamental que debe ser garantizado y que los diálogos participativos son una instancia privilegiada para ejercer este derecho. El proceso de instalación del Servicio Mejor Niñez en Ñuble requiere escuchar la voz de los niños, niñas y adolescentes, para que sus programas y proyectos sean más efectivos y respondan verdaderamente a sus anhelos y aspiraciones.
No sólo la implementación del Servicio es un factor por considerar en el diagnóstico, también ha quedado de manifiesto cómo la crisis sanitaria producto del covid-19 ha impactado fuertemente en aspectos como la convivencia, relaciones sociales y la participación. Al respecto, el analista de participación de Mejor Niñez, Rodrigo Coloma, menciona que “es muy importante saber qué sucede con la participación de niños, niñas y jóvenes de la región, particularmente ahora, donde muchos espacios de participación se han perdido producto de la pandemia, por lo mismo, esperamos que estos encuentros, además de entregarnos un diagnóstico, sean instancias que motiven la participación, el empoderamiento y garanticen el derecho a ser oído de niños, niñas y jóvenes”
Los encuentros se organizan por grupos etarios; niños y niñas de seis a ocho años; niños, niñas y jóvenes de nueve a 13 años; y jóvenes de 14 a 18 años. Además, se han considerado diálogos con familias. En este contexto, Karina Lagos, directora de la Residencia de protección para la primera infancia, Nuestra Señora de la Esperanza, quien organizó un encuentro con familias de niños de la residencia, expresó que “Estas instancias poseen un impacto relevante, dado que nuestros niños se sienten escuchados e importantes en sus procesos. Es preponderante la inclusión de las familias dado que al sentirse partícipes de la intervención se pueden generar cambios favorables”
Los diálogos se extenderán durante el mes de mayo y se están realizando en todas las comunas donde el Servicio Mejor Niñez ha dispuesto su oferta, la que considera programas de intervención ambulatoria, cuidados alternativos, así como las Oficinas de Protección de Derechos de la región.