La Corporación Nacional Forestal (CONAF), a través de su dirección regional en Ñuble, encabezó la conformación de una mesa intersectorial para la detección de subdivisiones irregulares de predios forestales, agrícolas o ganaderos en la región, en los casos de propietarios que buscan transformarlos en espacios residenciales sin que hayan sido pensados como tal.
Se trata de prácticas aparejadas al negocio de las parcelas de agrado que desvirtúan el decreto ley 3.516 sobre normas para la subdivisión de terrenos rurales y eluden las exigencias de los artículos 55 y 56 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, poniendo en riesgo el destino de conservación del suelo, el bosque, la biodiversidad y el medioambiente.
La mesa convocada por CONAF Ñuble, está integrada además por equipos de la Seremi de Vivienda y Urbanismo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), contemplándose además una coordinación que se trabajará con municipios locales.
Renzo Galgani, director regional de Conaf en Ñuble, señaló que “nos estamos coordinando a nivel interinstitucional para que quienes realizan subdivisiones prediales entreguen un bien que esté acorde a la legislación vigente. Hay que entender que estos espacios periurbanos cuando se disponen como espacios para un uso distinto al destino original, generan problemas si no hay entendimiento de los procedimientos administrativos legales”.
Agregó que en estos casos hay responsabilidad de vendedores y compradores, por lo que “el llamado para quienes están interesados en comprar predios subdivididos es primero informarse y consultar a las instituciones competentes, si dichos terrenos cumplen o no con la legislación”.
Problemática en aumento
Durante la conformación de la mesa, se indicó que la problemática de las subdivisiones irregulares ha aumentado en cerca de un 100% dentro de la región desde el inicio de la pandemia, principalmente por el incremento de familias que han buscado emigrar a predios rústicos fuera de los límites urbanos a más allá de los planos reguladores de las comunas del territorio.
Dichos loteos irregulares, a parte de la falta de regularización de títulos de dominio y carencia de condiciones básicas y sanitarias, pueden significar además riesgos relevantes en materias como el aumento de la erosión y degradación de los suelos, fragmentación del paisaje, o el incremento de incendios forestales, ya que estas subdivisiones generalmente no contemplan caminos con el ancho adecuado para el ingresos de brigadas, la vegetación aledaña no se ralea, no se poda, no hay cortafuegos, etc.
Finalmente, Eduardo Mera, jefe del Dpto. de Fiscalización y Evaluación Ambiental de Conaf, indicó que durante la conformación de esta mesa de trabajo se acordó “seguir trabajando en forma periódica, con sesiones cada 20 días, coordinar un despliegue de fiscalizaciones en terreno, realizar labores interinstitucionales de información compartida para la detección de estas subdivisiones irregulares de predios e ir revisando caso a caso situaciones que nos parezcan complejas y puedan llegar a generar situaciones de impacto ambiental”.