Hombre prevenido vale por dos, reza el refrán, y en períodos como el que vivimos, con eventos como heladas, granizo, sequía y otros que llegan de la mano del cambio climático, prevenir es doblemente necesario.
Si bien la agricultura es un rubro que naturalmente conlleva un alto grado de incertidumbre, existen herramientas e instrumentos que hacen posible minimizar en alguna medida el riesgo de inversión frente a estos eventos azarosos del clima. Uno de los más importantes para la agricultura familiar campesina, es el seguro agrícola, principalmente porque se puede optar a cubrir una gran variedad de rubros -apícola, ganadero, ovino, viñas, cereales, entre otros- con un costo marginal gracias al subsidio que entrega el estado.
“Los agricultores pueden usar esta herramienta de transferencia de riesgo que el Ministerio de Agricultura –a través de INDAP y Agroseguros-, pone a disposición de los pequeños agricultores y agricultoras para proteger sus emprendimientos y producción ante eventos climáticos adversos como sequía, lluvias extemporáneas, heladas, nevazones, granizadas, olas de calor, erupciones volcánicas, enfermedades exóticas, incendios, robos y muerte animal”, entre otros eventos climáticos adversos, indica el director (s) de Indap Ñuble, Luis García. “Este es un seguro al que pueden optar todos los productores y productoras acreditados y habilitados como usuarios Indap, que subsidia hasta el 95% del costo de la prima neta, por lo que es una gran oportunidad para hacer frente a los riesgos del clima”, indicó.
Durante el año 2021, un total de 881 usuarios de Indap en Ñuble contrataron alguno de los seguros disponibles, principalmente el seguro apícola y el seguro agrícola. De estos, 153 usuarios recibieron indemnizaciones por los daños causados por distintas causas. En el caso del seguro apícola, se pueden asegurar las familias, producción y caja. En la región, 95 usuarios pudieron enfrentar sus compromisos crediticios y pudieron seguir produciendo gracias a la entrega de 54 millones y medio en indemnizaciones, correspondiente a 5.500 colmenas afectadas por la sequía en la región, lo que permitió a los usuarios continuar con la actividad productiva.
Esta indemnización representa un gran alivio para los apicultores de la región, que de esta forma pueden proteger sus unidades productivas ante los fenómenos naturales que son un riesgo para la actividad agrícola, tal como lo hizo Ramon Venegas, usuario de Quirihue que contrató el seguro. “Anduvimos bien este año gracias al seguro apícola, han respondido”, indica. Agrega que con la indemnización ha podido mantener el sistema productivo con la compra de alimentación para las abejas principalmente, que necesitan azúcar hasta agosto, una vez que empieza a haber más vegetación.
Sobre los riesgos, indica, los principales están asociados a la sequía y a la floración, “que no aguanta más de 10 días, 15 a lo mucho y después no hay nada. Si no tenemos abejas, no podemos producir, por eso en esa fecha es cuando se debe tener a las colmenas en las mejores condiciones para que recolecten néctar”, mientras que en verano, se puede tener apoyo en caso de incendios, sequía o lluvias torrenciales. Sobre la liquidación del seguro, indicó que es bastante simple, pero que lo ideal en caso de un problema, es asegurarse de tener respaldo con fotos y videos para acreditar los daños. “Con el cambio climático cada vez es mayor la incertidumbre, mucho calor en verano, demasiado frío en invierno, por eso este año aseguré más colmenas”.