El moscatel «Desenfreno» del productor Herman Díaz de Coelemu, se alzó como el mejor mosto del Segundo Concurso del Vino Quillón 2022, que premió a los más destacados ejemplares del Valle del Itata en sus diversas cepas.
Durante dos días, un jurado compuesto por 14 expertos, entre ellos enólogos, sommeliers y periodistas especializados en vino, evaluó cerca de 130 muestras de diversas cepas, que fueron divididas entre las categorías Blancos Tradicionales, País, Cinsault, Espumante, Otros Tintos, Vinos Dulces y Destilados y Licores.
“En este concurso, organizado por la Municipalidad de Quillón, la ventaja ha sido que hemos podido probar vinos de distintos productores y distintas partes del Valle (del Itata). Como siempre, la parte de espumantes es lo que sobresale acá. El Valle ha logrado una gran tradición en la elaboración de espumantes de método tradicional, que la verdad siempre logra medallas de oro y tienen un excelente nivel actualmente. Y este año nos han sorprendido los país, que solía ser la categoría más débil, pero nos han impresionado con el levantamiento de la calidad que han tenido”, comentó la catadora y educadora en vinos, Carla Urrunaga, reconocida por su blog “ChezCarlita” y quien también es directora de la Academia del Vino.
Por tres días se extendió el concurso, que atrajo a más de 15 mil personas, quienes repletaron las instalaciones del centro recreacional Finning de Quillón. Allí los visitantes pudieron degustar y comprar parte de los vinos en competencia, provenientes de Ránquil, Chillán, Portezuelo, Coelemu, Ninhue, San Nicolás, Trehuaco, San Carlos, Florida y la comuna anfitriona.
Asimismo, más de 60 expositores de artesanías y otros productos locales pusieron a disposición del público sus elaboraciones, que iban desde mermeladas y conservas hasta chamantos, sombreros y aperos hechos de cuero.
Piezas de cordero y costillares de cerdo asados fueron parte de las delicias culinarias dispuestas para los comensales, entre otros platos de factura criolla.
“Sin duda, fue un muy buen desafío el que tuvieron nuestros productores en este Segundo Concurso del Vino, ya que compitieron con vinos del Valle del Itata, muchos de los cuales ya han sido premiados con medallas, tanto a nivel nacional como internacional. Esto es un valor agregado para nuestros pequeños productores de vino y sepan que la municipalidad estará siempre a su disposición para apoyarlos. Esto también ayuda a otros emprendedores, quienes se vieron muy afectados con la pandemia y que hoy ven con mejores ojos las actividades que realizamos, que están atrayendo a un gran marco de público y que auguran una exitosa temporada de verano”, indicó el alcalde Miguel Peña.
La puesta en escena del bartender Cristofer Vergara fue otro de los atractivos de las dos últimas jornadas, con la preparación de diversos tragos a base de vinos y licores presentes en el concurso, con los que se generan alternativas creativas a aquellas personas que no gustan de los simples mostos.
Espectáculos de primer nivel coronaron cada día de competencia, siendo el plato fuerte La Sonora Dinamita y Noche de Brujas, agrupación que se presentó en la clausura del Segundo Concurso del Vino Quillón 2022.
EL SOL SALIÓ PARA TODOS
Rebeldes se comportaron las últimas lluvias del año, cuya intensidad logró empañar el primer día de fiesta. Sin embargo, el duelo lo ganó el sol, que se asomó en gloria y majestad la tarde del sábado, augurando un último día despejado y cargado de visitantes.
Y así fue, ya que más de 10 mil personas acudieron a la cita con la vinicultura, aprovechando de llevar de los vinos, licores y espumantes, considerados entre los mejores artesanales del país.
“Este tipo de concursos son algo maravilloso, porque así la gente puede hacer degustación de todo lo que ofrece la comuna de Quillón y la gente de todas las comunas aledañas a Quillón. A mí en general me gustan los espumantes y la línea de los late harvest. No soy fanática de los vinos, pero igual uno aquí puede degustar vinos bastante ricos, como los de Guarilihue“, señaló Gaynor Fuentealba, visitante de Concepción.
Al «Desenfreno» coelemano, se unieron, como el Mejor Vino a Granel, el Granel «Chasselas» producido por Jaime Fuentes de Ránquil. Asimismo, el Mejor Vino Moscatel lo produjo la Viña Mirador del Valle, también de Ránquil, con sus «Lomas Infinitas». En tanto, el título del Mejor Vino Cinsault quedó en manos de Viña La Uribe de Coelemu a través de su ejemplar «Eugenio Uribe».
La categoría Mejor Vino País se la llevó Altos del Valle de Portezuelo, con «Ancestral». Y el premio al Mejor Vino Espumante se quedó en Quillón, recayendo sobre Nobles Viñedos y su ejemplar «Tromü».
“Para nuestra viña Nobles Viñedos estos premios son muy importantes, ya que estamos compitiendo con viñateros con los que siempre nos encontramos en concursos y que también son muy premiados. Para nosotros como quilloninos son importantes estos logros, precisamente, porque detrás de esto hay personas que nos ayudan mucho, como el enólogo de la municipalidad, Edgardo Candia, quien siempre nos apoya en lo que emprendemos”, destacó Felizardo Barriga, uno de los socios de la viña Nobles Viñedos.
La premiación incluyó además la entrega de 12 medallas de plata, 20 de oro y 5 gran oro, estas últimas asignadas -en categoría País- a los vinos «Nüyün» de la Viña San Luis de Coelemu y «Ancestral» de Altos del Valle de Portezuelo. El gran oro Espumante fue para «Tromü» de Nobles Viñedos de Quillón, y las últimas dos medallas quedaron en manos de los vinos dulces «Forjado» de Viña Parra de Portezuelo y «Desenfreno» de Herman Díaz, proveniente de Coelemu.