El Gobierno anunció la extensión del Bolsillo Familiar Electrónico hasta abril del próximo año, beneficiando a cerca de tres millones de personas. El anuncio se dio en medio de la presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado de un estudio que evaluó este instrumento, realizado por el Banco Mundial (BM), como parte de los compromisos adquiridos al momento de legislar.
La ampliación implicará una movilización de recursos contemplados en la provisión para Financiamientos Comprometidos del Tesoro Público. Para ello, se ingresará una indicación a la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos que habilita este proceso.
Las razones de la expansión, según explicó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, están relacionadas a que “cuando legislamos sobre esto, lo fijamos con vigencia hasta diciembre de 2023, pero comprometimos esta evaluación para decidir cómo seguir. En la negociación del ingreso mínimo las organizaciones de
trabajadores, particularmente la CUT, estuvo de acuerdo en extenderlo hasta abril de 2024, pero siempre sujeto a esta evaluación. ¿Por qué hasta abril? Porque en abril se viene la siguiente negociación con las organizaciones de trabajadores y ahí se pueden definir otras cosas”.
El estudio determinó que el Bolsillo Familiar Electrónico es una herramienta innovadora, asequible y de fácil uso en una amplia red de comercios. Cabe recordar que el Bolsillo es una medida liderada por el Ministerio de Hacienda, como parte de las ayudas focalizadas a los sectores más vulnerables del país frente al
incremento de los precios de los alimentos, que además obtuvo el Premio Nacional de Innovación Avonni 2023 en la categoría de Innovación Pública BID.
En el marco de la iniciativa G2Px del BM, el organismo revisó los primeros cuatro meses de funcionamiento del Bolsillo Familiar Electrónico y abordó su efectividad en el ecosistema de pagos digitales del país, así como el fácil acceso a través de la CuentaRut de BancoEstado. Así, el estudio determinó que, al estar asociado el beneficio a dicha cuenta, no sólo permitió tener una amplia cobertura, con cerca de un millón y medio de beneficiarios (3 millones considerando los causantes), de los cuales 97% contaba con una al momento de implementarse el beneficio, quienes accedieron a una amplia red de comercios en todo el país.
Los minimarkets y los grandes supermercados sumaron en conjunto el 79% del monto total de las compras realizadas con el Bolsillo Electrónico, con un aporte promedio de $5.800 y $12.300 por transacción realizada, respectivamente, entre mayo y agosto. Otra forma de leerlo muestra que las personas hacen más
transacciones en los minimarkets (10.424.000), pero gastan más dinero en el supermercado.
En esa línea, el Banco Mundial también destacó que el Bolsillo Familiar Electrónico entregó eficazmente recursos a los hogares a los cuales está destinado: el 96% de los receptores del beneficio lo utilizaron en el período observado de forma homogénea a lo largo del país, siendo las regiones de Aysén, La Araucanía y Los Ríos las que cuentan con la proporción más alta de uso (97% en promedio). Las mujeres, jóvenes y adultos fueron los que utilizaron esta herramienta con más frecuencia, y aquellos con condiciones socioeconómicas más vulnerables fueron más propensos a utilizarla.
Finalmente, el Bolsillo Familiar Electrónico fue reconocido por el Banco Mundial como una herramienta capaz de adaptarse ante contextos de emergencia, pues ofrece una respuesta rápida y adaptativa para ofrecer asistencia con rubros determinados, como ocurrió con el beneficio entregado a las familias afectadas por las inundaciones en junio y agosto, oportunidad en que se generó el Bolsillo de Emergencia para la compra de materiales de construcción.