En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down este 21 de marzo, la atención se centra en los desafíos que enfrentan las personas con esta condición y otras discapacidades intelectuales en el ámbito de la salud mental. La directora del Diplomado en Salud Mental y Bienestar de Personas con Discapacidad Intelectual (PcDI) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Paulina Varas, proporciona una visión detallada sobre estos temas.
«Uno de los focos más importantes es que el 40% de las PcDI tendrá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Es esencial estar atentos a las experiencias de vida y transiciones en las diferentes etapas del desarrollo, ya que son momentos críticos en los que pueden surgir problemas de salud mental si el entorno no está adecuadamente preparado para brindar el acompañamiento necesario», enfatiza Varas.
En cuanto al impacto de los trastornos de salud mental, la experta subraya que afectan significativamente la calidad de vida y el bienestar de las personas con síndrome de Down y sus familias.
“La falta de oportunidades de participación y autodeterminación, junto con la escasez de profesionales capacitados en salud mental y discapacidad intelectual, agravan la situación», acota.
Entre las principales barreras para acceder a servicios de salud mental, Varas menciona la falta de conocimiento técnico, la persistencia de mitos sobre el síndrome de Down y la necesidad de una formación continua para los profesionales.
“Estas barreras dificultan el acceso a intervenciones adecuadas y limitan el apoyo que reciben tanto las personas con síndrome de Down como sus familias». sostiene.