Más de 2 mil hectáreas, ha consumido el fuego de los incendios forestales en que lo que va la temporada 2024- 2025 en Ñuble. Esta realidad, tiene a la zona bajo estado de emergencia preventivo y mantiene a las brigadas de Bomberos y Conaf, combatiendo los focos aún activos.
Este tipo de emergencias generan un riesgo a la salud, debido a la inhalación de los gases que emanan del siniestro, los que provocan irritación de las vías aéreas y de otras mucosas.
Los primeros síntomas de intoxicación por humo son tos con o sin mucosidad, latido cardíaco acelerado, garganta irritada, dificultad para respirar, dolor de pecho, picor en los ojos, y dolor de cabeza.
En ese contexto, el Dr. Pablo Navarrete, broncopulmonar y jefe de la Unidad de Paciente Crítico Adulto del Hospital Clínico Herminda Martín recomienda que “si no es posible alejarse de la emanación de humo, se aconseja cubrir nariz y boca, por un paño húmedo o mascarilla, para proteger las vías respiratorias”.
La población más vulnerable son los niños menores de un año, los adultos mayores y también quienes tienen enfermedades crónicas como por ejemplo el asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El especialista detalló que “la comunidad que está en la zona donde esté activo un incendio forestal, o cerca de la emanación de humo, debe considerar mantener las ventanas y puertas cerradas de su hogar, cubriendo los espacios con un paño húmedo, evitar salir al exterior si no es necesario y otras fuentes de contaminación intradomiciliaria, es decir, no fumar ni encender velas o inciensos, ni hacer deporte al aire libre”.
Es preciso destacar, que la emanación del humo es una mezcla de gases y partículas fina de los árboles y otros materiales, que puede dañar los ojos y el sistema respiratorio.
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