Un 9,27% de bosque nativo, del total siniestrado, sufrió la región tras los incendios forestales que se produjeron en la zona durante febrero, del total de 52.754 hectáreas quemadas desde el 1 de febrero, día en que empezó la emergencia en Ñuble. El catastro lo informó la Corporación Nacional Forestal (Conaf), contabilizando 4.892 hectáreas de plantaciones nativas quemadas.
Las zonas más afectadas fueron Quillón y Ránquil, donde se concentra cerca del 52% de la población nativa total consumida. En específico, en Quillón se quemaron 1.536 hectáreas de bosque nativo. Le sigue Ránquil con 985, Quirihue con 841, Ninhue con 797, Portezuelo, donde hubo 588 y Coelemu, en donde se registraron 351 hectáreas consumidas.
El director regional de Conaf, Juan Salvador Ramírez, comentó que “hasta la fecha, desde el inicio de la emergencia el 1 de febrero, hay más de 30.000 hectáreas consumidas de plantación forestal en Ñuble. También hubieron cerca de 5.000 hectáreas de especies exóticas o nativas siniestradas y, por otro lado, 5.614 de arbolado natural. También se sumó lo que es matorral, praderas y rotación de cultivo de praderas, que llegaron a las 11.000 hectáreas.
En cuanto al terreno de uso agrícola, Ramírez añadió que, específicamente, fueron 1.588 hectáreas consumidas y otros terrenos sin vegetación alcanzan las 482. Por otra parte, también ahondó en las especies nativas que fueron las más afectadas. “En relación a las especies nativas, dentro de las que más fueron afectadas están el roble, hualo, quillay, litre y maqui, concentrados también en la zona del Valle del Itata. Añadir también que lamentamos la afectación de la especie en conservación que ha sufrido afectación por los incendios, como es el naranjillo, el cual se encuentra dentro de esta categoría a nivel país”, comentó.
El director también añadió que, hasta la fecha, el recuento indica que fueron 52.754 hectáreas quemadas en Ñuble, añadiendo además que “representan poco más de 470 incendios forestales registrados hasta el momento”.
Plan de restauración
Hasta la comuna de Ninhue llegó el seremi de Medio Ambiente, Mario Rivas, hace unas semanas, para inspeccionar en terreno el estado de afectación resultante del fuego en la comuna y poner en marcha un plan de restauración a desarrollar tanto en el sector, como también en otras zonas de la región. Este proyecto está enmarcado dentro de una iniciativa GEF (Global Environment Facility) llamado “Restauración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a nivel de paisaje en áreas agroforestales productivas y su entorno natural”, que se implementará en seis pilotos de la eco-región mediterránea del país, en las regiones de Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. Este proyecto comenzó a implementarse en febrero de 2023 y finalizará en febrero de 2028, donde en Ñuble, como plan piloto, se considera sitio prioritario a los Altos de Ninhue y el Cerro Cayumanque de Quillón.
Este es un proyecto del Ministerio del Medio Ambiente que ejecutará la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y, como co-ejecutor, estará también Conaf. El seremi de la cartera medioambiental sostuvo que “estos ecosistemas son muy valiosos para la Región de Ñuble, por lo tanto, el catastro es clave para materializar la implementación del Plan Nacional de Restauración, donde se trabajará fuertemente en conjunto con la FAO, Conaf, los municipios y organizaciones sociales”.
texto: Diego Chacana // La Discusión