Cinco años y un día de presidio deberá cumplir Mauricio Aroca Pereira, el último integrante de una banda criminal en ser condenado por el robo con intimidación que el 13 de noviembre de 2018 afectó a una familia de un sector rural, en Quirihue, haciéndose pasar por detectives. El acusado estuvo prófugo más de dos años y, además, debe cumplir otra condena por robo con homicidio.
El trabajo de la Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Ñuble y de la Brigada Investigadora de Robos permitió detener y condenar a su pareja Joselín Martínez Ovando, quien deberá cumplir 5 años de presidio; y a Álex Carrasco Inostroza y Pablo Pinto Contreras, condenados a 12 años y 180 días de presidio, y a 10 años y un día de presidio, respectivamente.
El fiscal jefe de Análisis Criminal y Focos Investigativos, Álvaro Hermosilla Bustos, explicó que la agrupación delictual irrumpió en el hogar de esta familia de Quirihue, simulando ser funcionarios de la PDI y en el marco de un supuesto allanamiento por drogas. Incluso, algunos de ellos portaban chaquetas similares a la de la institución y placas de identificación.
Fueron extremadamente violentos, ya que con armas de fuego redujeron a los ocupantes del inmueble, entre los que había niños, a quienes maniataron por más de dos horas, mientras registraban distintas dependencias. Luego, huyeron con celulares, computadores, joyas, dinero, una motosierra y un generador eléctrico, entre otras especies, en un vehículo de una de las víctimas.