Es innegable que el consumo de alcohol es una práctica arraigada de las Fiestas Patrias, sin embargo, beber unos tragos mientras consumes ciertos medicamentos podría arruinar tus planes de celebración.
Así lo señala el toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la UNAB, Fernando Torres, “el uso concomitante de alcohol y medicamentos puede tener consecuencias negativas en el organismo, como, la reducción de la eficacia del fármaco, provocando efectos secundarios peligrosos, e incluso intoxicaciones”.
Los más peligrosos
Entre los medicamentos más peligrosos de mezclar con alcohol que señala el docente están los psicofármacos como las benzodiazepinas, antidepresivos, tranquilizantes, opíáceos y antialérgicos. “Estos medicamentos, al igual que el alcohol, son depresores del sistema nervioso central. Su combinación puede aumentar la somnolencia, afectar las capacidades cognitivas y disminuir la coordinación motora, incrementando significativamente el riesgo de accidentes”, explica.
Además, sostiene que la mezcla puede causar visión borrosa, dificultades para hablar y una respuesta más lenta ante contingencias.
Y aunque por muy inocuo parezca, el paracetamol también podría generar complicaciones al consumirlo en conjunto con alcohol, “ambos se metabolizan en el hígado, lo que puede llevar a alteraciones hepáticas, especialmente si se consumen en grandes cantidades», explica el experto.
Debido a la naturaleza ácida de los antibióticos y analgésicos, combinarlos con alcohol podría irritar el estómago y provocar gastritis, úlceras e incluso sangrado gastrointestinal, advierte el toxicólogo.
Por otro lado, los medicamentos para enfermedades cardiovasculares, como presión arterial o colesterol alto, en concomitancia con alcohol pueden causar mareos, desmayos y alteraciones en la presión arterial.
Recomendaciones
El peligro más importante que destaca Fernando Torres es que el alcohol puede interferir en la absorción y metabolismo de los medicamentos, reduciendo la eficacia o facilitando que se eliminen del cuerpo en un tiempo más breve de lo esperado.
Además, en ciertos casos, el alcohol podría potenciar efectos tóxicos de los medicamentos, aumentando el riesgo de sobredosis o complicaciones graves.
Para prevenir estos riesgos, el experto recomienda estar atento a señales de alerta como malestar gástrico, náuseas, vómitos, mareos, visión borrosa, incoordinación motora y cambios en la presión arterial. «Si se experimenta alguno de estos síntomas tras consumir alcohol junto con medicamentos, es fundamental buscar ayuda médica de inmediato», enfatiza.
Finalmente, la recomendación principal es evitar la combinación de alcohol con cualquier tipo de medicamento. Sin embargo, si se desea consumir alcohol de manera segura mientras se está bajo tratamiento, lo mejor es consultar previamente con un químico farmacéutico o un médico, quienes podrán ofrecer la orientación adecuada según cada caso específico.