Con el gozoso saludo de «Cristo ha resucitado», la comunidad de Quirihue se reunió este domingo en el templo parroquial para celebrar la Misa de Pascua. El cántico del Gloria, que resonó la noche anterior durante la solemne Vigilia Pascual, proclamó la victoria de Cristo sobre la muerte, una promesa de resurrección para todos los creyentes.
El párroco, padre Pedro Rodríguez, destacó la fervorosa participación de los fieles en las diversas celebraciones del Triduo Pascual y en la emotiva Vigilia. Esta última comenzó con la significativa Bendición del Fuego y la Liturgia de la Luz, seguida por la procesión del Cirio Pascual. La Liturgia de la Palabra transportó a los presentes a través de las lecturas del Antiguo Testamento, la Epístola del Nuevo Testamento y el Evangelio de Lucas, que narró el trascendental evento de la Resurrección.
En su homilía, el padre Pedro profundizó en las lecturas proclamadas y en la Liturgia del Bautismo, donde se renovaron las promesas bautismales y se reafirmó el rechazo al mal. La celebración continuó con la Oración Universal y culminó con la Liturgia Eucarística, la presentación de los dones y la comunión.
«La resurrección no es para vivirla en soledad, sino en comunidad», enfatizó el padre Rodríguez, invitando a los fieles a vivir su fe participando activamente en las diversas instancias que ofrece la comunidad, especialmente en la Santa Misa.
Un motivo adicional de alegría para la parroquia fue la incorporación de nuevos elementos sagrados – copones, cáliz y candelabros – que comenzaron a ser utilizados durante estas significativas celebraciones pascuales.