La Corporación Nacional Forestal (CONAF), a través del Departamento de Fiscalización y Evaluación Ambiental (DEF), verificó incumplimientos en planes de manejo forestales en predios de las comunas de Quirihue y Coelemu, tras detectarse falta de cortafuegos y ausencia de fajas libres de vegetación, lo que se traduce en variables de riesgos de incendios forestales.
Se trata de fiscalizaciones al cumplimiento del Decreto Ley 701 de Planes de Manejo en Plantaciones Forestales, en el marco del programa de protección contra incendios, que exige fajas corta combustibles (FCC), y fajas libres de vegetación (FLV) con anchos variables según su cercanía a zonas de interfaz urbano-rural, caminos primarios y secundario, así como también en tendidos eléctricos, infraestructura crítica, líneas férreas y áreas silvestres protegidas.
En esta ocasión, fueron tres predios fiscalizados, donde dos presentaron irregularidades por falta de implementación de las medidas de protección contra incendios forestales, presencia de maleza e incluso plantación de especies arbóreas hasta un cerco colindante al camino secundario en uno de los casos.
Las sanciones por el incumplimiento de actividades de protección corresponden a multas entre 5 y 15 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) por hectárea incumplida, de acuerdo a las prescripciones establecidas en el plan de manejo.
Plan de manejo
Eduardo Mera, jefe del Departamento de Fiscalización y Evaluación Ambiental en Ñuble, señaló que “el plan de manejo es un instrumento de gestión que permite al propietario de bosques, planificar y ejecutar las acciones a las cuales se compromete”.
Agregó que “todas las acciones asociadas a intervenciones que se realizan en bosques tienen que estar claramente señaladas en el plan de manejo, así como también los programas de protección de suelos, de recursos de agua, de fauna o especies amenazadas”.
Incendios forestales
Las estadísticas reflejan que más del 99% de los incendios forestales que ocurren en el país son causados por acción humana, ya sea de manera intencional o por negligencia. Sumado a ello, el aumento de los promedios históricos de temperaturas y sequías prolongadas, provocan un incremento de la ocurrencia y la intensidad de incendios, así como del daño asociado. Producto de ello, se han registrado durante los últimos años, grandes emergencias derivadas de incendios forestales, las que no tienen precedentes en nuestra historia por los recursos demandados para su atención y por los impactos sociales, económicos y ambientales que han generado.
Esta situación, sin duda, se relaciona con el fenómeno de cambio climático el que afecta directamente la condición de humedad de los combustibles vegetales, aumentando la probabilidad de que se generen incendios forestales de comportamiento extremo, con la consiguiente mayor dificultad para su control por parte de los servicios de extinción.
Es por ello que el Departamento de Fiscalización y Evaluación Ambiental de CONAF Ñuble ha intensificado el cumplimiento de estas medidas de protección, las cuales, si bien no garantiza la invulnerabilidad ante los incendios forestales, contribuye a otorgar un margen de seguridad frente a ellos.