A 15 años y un día de presidio fue condenado Manuel Antonio San Martín Barrera (54), a quien el fiscal jefe de Quirihue, Eduardo Planck Muñoz, llevó a juicio por el homicidio, con la calificante de premeditación, de Manuel Cabrera Placencia (50). El acusado contactó a dos sicarios, cuyas identidades se desconocen, para ejecutar el crimen que ocurrió el 18 de junio de 2020, en Coelemu.
Pasadas las 7 horas de ese día, los autores materiales del homicidio, previa planificación e instrucciones de Manuel San Martín, llegaron en automóvil hasta la Villa El Conquistador de esa comuna. Una vez en el lugar dispararon varias veces en contra de la víctima, cuando ésta apenas abrió la puerta de su casa. Manuel Cabrera recibió cinco impactos de bala, los que le causaron la muerte en el lugar.
La labor investigativa de la Fiscalía Local de Quirihue y de la Brigada de Homicidios de la PDI permitió identificar al autor intelectual de este delito, cuya motivación fue de índole sentimental, pues la víctima era la actual pareja de su ex conviviente y madre de dos de sus hijos, explicó el fiscal. Acotó que Manuel Antonio San Martín, incluso, había ofrecido dinero a otras personas para que ejecutaran el crimen, y el 3 de abril de 2020, dos meses antes del homicidio, el victimario golpeó y amenazó de muerte a la víctima.
Una pieza fundamental para imputarle el delito fue el análisis del tráfico telefónico y de datos de su celular, el que lo ubica en el mismo trayecto del viaje que hicieron los autores materiales del crimen. Esto, también lo corroboran cámaras de peajes, donde en tres grabaciones se aprecian juntos los automóviles del imputado y de los sicarios que contrató.
Para evitar ser blanco de sospechas, el acusado elaboró una coartada: afirmó que salió esa madrugada a Concepción para recoger en su taxi a pasajeros en el Terminal de Buses Collao y que luego al pasar por Tomé fue abordado por dos hombres que lo asaltaron y le robaron $8 millones. Además, dijo que lo habían herido con arma blanca en una pierna, lesión que constató en el hospital de Tomé. Según la geolocalización del celular, nunca estuvo en el citado terminal de buses.