POR: Guillermo Escares
Mucho se habla en estos días de los Camarones, pero poco se conoce de su origen, crianza y otros estudios.
El camarón (Parastacus pugnax), es un habitante regular de terrenos semipantanosos denominados frecuentemente con el nombre de vegas, las cuales
es posible encontrar principalmente en el valle central de Ñuble (comunas de Ñiquén, San Carlos, San Nicolás, Chillán, Chillán Viejo, Bulnes, Quillón, Quirihue, Coelemu, Trehuaco especialmente).
Por su gran capacidad excavadora, éste crustáceo hace galerías de hasta dos metros de longitud, en donde conviven varios ejemplares a la vez.
En nuestra región es la localidad de San Gregorio, de la comuna de Ñiquén, la que goza de zona pródiga en camarones grandes, siendo frecuente observar
en la época de Invierno (regularmente en los meses de Julio y Agosto), como son ofrecidos en la carretera de la Ruta 5 Sur del sector como también en
las ferias de las ciudades cercanas (San Carlos y Chillán).
Estos recolectores se levantan temprano a recorrer los terrenos colindantes y utilizan para tal fin un tubo con mango que actúa succionando el agua desde los agujeros y que gracias a su experticia logran saber si éstos están vacíos o traen uno o más camarones en cada extracción. Logran reconocer por el sonido del agua al extraerla de la cueva del camarón si ésta contiene o no ejemplares que la habitan en ése momento.
Protagonistas de la cocina tradicional de la región, los camarones son consumidos cocidos a la manera de “caldillos” o sopas adecuadamente
condimentadas en que el ají y el pan batido tostado son acompañantes obligados.
Aproximadamente desde el mes de Septiembre en adelante no se extraen por iniciarse el proceso reproductivo que los torna inapetentes para el consumo
humano.
Además del hombre, también son sometidos a la depredación de aves acuáticas cómo garzas, Pequenes, Queltehues y Guairavos que consumen por lo regular
ejemplares más pequeños y blandos.
El resto del año, los camarones que no fueron capturados o aquellos que por su talla fueron devueltos a su hábitat, desarrollan su vida bajo la tierra en los sectores más húmedos de las vegas, los cuales generalmente en su superficie se presentan “sembrados” de agujeros rodeados de un promontorio de tierra gredosa seca que hace difícil el caminar en dichos terrenos.
El Color
El color de los camarones va variando de acuerdo a la calidad y textura del suelo donde viven, existiendo lugares en donde el Camarón es de color verde
oliva, en otros lugares es de color plomo, también algunos tienen sus patas de color rojo oxido y también existen Camarones azules.
Cuando el camarón tiene varias temporadas o esta viejo, cría unas “contras” o perlas en sus costillas, son de color blanco muy duras, algo parecidos a las piedrecillas de la vesícula.
Si el camarón durante su vida pierde una de sus patas o tenazas principales, las regenera durante el año, adaptando las siguientes que tiene, luego de
sus tenazas.
El folclor de nuestro país muestra la extracción del camarón como una tradición culinaria, agregando que nuestros antepasados de no hace muchos
años, miraban a este crustáceo como un bicho dañino para los cultivos ya que las vegas eran horadadas por ellos, permitiendo de las napas de aguas se
alejaran de las raíces de las plantas o cultivos.
Hoy existen campesinos que cuidad sus vegas y no permiten que los temporeros saquen camarones ya que los mantienes como cultivo para su propio consumo.
El Camaronero, para Oreste Plath, desaparecido investigador de nuestro folclor, este es un pregonero más, pues su tradicional grito de venta es tradición de temporada, como cualquier otro pregón del tiempo de la colonia.
Algunos camaroneros al vender su producto en la verma del camino, amarran los camarones en una vara, tipo sarta para ofrecerlos al cliente, otros
utilizan una bolsa y la mesen, cual movimiento de un péndulo.
Al observar a un camarón de barro, simplemente pareciera que este retrocediera al caminar, de allí, el decir, este anda para atrás como los camarones, sin embargo estoes solo una apreciación, siempre camina para el lado donde tiene sus ojos o sus largas pestañas o antenas.
La temporada de camarones, según la tradición, termina el 28 de Agosto, día de San Agustín, ello, según la tradición del campo.