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El reciente anuncio de que Quirihue será sede temporal de la Escuela de Formación de Carabineros de Ñuble a partir de enero de 2026 marca un hito no solo para esta comuna, sino también para el proceso de descentralización que Chile requiere con urgencia. Esta iniciativa, liderada por el gobernador regional Óscar Crisóstomo y apoyada por Carabineros de Chile, no solo acerca la formación policial a las regiones, sino que también dignifica el rol de comunas como Quirihue, históricamente postergadas en términos de inversión pública estratégica.
La instalación de esta escuela en el exinternado Casiano Andrade Vera —un espacio cargado de sentido comunitario y legado local— simboliza la capacidad de un territorio de ponerse al servicio del país sin renunciar a su identidad. La formación de 60 nuevos carabineros, en igual proporción entre hombres y mujeres, es también una señal de compromiso con la equidad y la modernización de las fuerzas policiales.
Este anuncio no debe entenderse solo como un logro logístico o administrativo. Su importancia radica en tres dimensiones: la formación de capital humano para la seguridad pública, la reactivación del sentido de pertenencia y orgullo local, y el fortalecimiento del Estado en el territorio. Que jóvenes de Ñuble puedan formarse cerca de sus comunidades, con pertinencia local, es también una forma de recuperar la confianza ciudadana en las instituciones y promover el servicio público desde una base territorial.
Asimismo, este avance evidencia que cuando hay voluntad política, colaboración entre gobiernos locales y visión de largo plazo, las regiones pueden liderar procesos transformadores. Es de esperar que esta sede transitoria no sea solo una solución momentánea, sino que abra paso a un fortalecimiento sostenido de la infraestructura estatal en el territorio.
La Escuela de Formación en Quirihue representa una respuesta concreta a las demandas de seguridad, descentralización y equidad regional. Ahora, el desafío es que este esfuerzo se traduzca en resultados tangibles: mejores carabineros, más cercanos a la ciudadanía, formados con enfoque territorial, y con una profunda vocación de servicio. En ese camino, Quirihue se proyecta como un faro para Ñuble y para el país.
