Como es tradicional, cada año en la capital de Itata se rinden honores a quien tripuló la corbeta Esmeralda el fatídico 21 de mayo de 1879, en compañía de Arturo Prat.
De familia quirihuana, el Grumete Cortez, fue bautizado en la ciudad a los 9 meses y 17 días de vida por su madre, María de la Cruz Gallardo, y su padre, Pantaleón Cortez.
La conmemoración, en el lugar donde se alza su busto dando la bienvenida a la comuna, contó con la participación de la banda instrumental de la Escuela Básica Grumete Cortez, recinto educacional desde donde se inició un recorrido más temprano por las calles de Quirihue.
Finalmente, el acto estuvo marcado por la alta participación de la comunidad y la asistencia de los estandartes, representantes de todos los establecimientos educacionales.
Tras concluir la colocación de ofrendas florales, los asistentes se trasladaron hasta el centro de la Plaza de Armas, donde se encuentra el busto de Arturo Prat Chacón, recordando de este modo, el Día de las Glorias Navales.
Grumete Cortez
Es que en el Combate Naval de Iquique, junto a Arturo Prat, brillaron con su heroísmo dos jóvenes ñublensinos: el Sargento chillanejo Juan de Dios Aldea, y un adolescente Grumete quirihuano; Pantaleón Segundo Cortez Gallardo, éste último con una historia algo más desconocida que la de los grandes próceres navales.
El grumete Cortez es uno de los héroes más jóvenes de nuestra historia. En el mencionado libro «La Silla del Sol» se lee que “selló su destino junto a Arturo Prat en las aguas de Iquique. Tenía apenas 18 años cuando pasó a escribir su nombre en la historia de Chile al sostener el fuego de sus camaradas con el soplo vivificante de su corneta.
Queda el testimonio participante del destino del Grumete Cortez cuando era fagocitado por la voracidad del mar encrespado por el combate: “El ultimo disparo del guardiamarina Riquelme fue coincidente con la desaparición de la nave, y la muertes de este oficial y del Grumete Cortez”, dice Marco Aurelio Reyes.