POR: José Navarrete Oyarce – Director Magíster en Tributación Universidad Andrés Bello Concepción
Establecer principios para un sistema tributario moderno en Chile, determinar prioridades de gasto en favor de los habitantes del país, fortalecer la transparencia, eficiencia y calidad de servicio en el Estado, además de impulsar el crecimiento a través de la inversión, productividad y formalización de la economía, robustecer la administración tributaria y reforma del impuesto a la renta y, por último, generar mecanismos institucionales para el seguimiento, monitoreo y evaluación del Pacto Fiscal. Esas son las seis aristas que abordó la propuesta de pacto tributario dada a conocer este martes en cadena nacional por el presidente Boric. Se trata de una reforma a partir de la cual se pretende impulsar áreas como pensiones, salud, seguridad y protección social, pero que debe ser analizada en detalle.
Por una parte, es valorable ir más allá de la simple recaudación y poner énfasis en el crecimiento económico, respaldando a las empresas de menor tamaño, principal fuente de empleo a nivel nacional, que se han visto fuertemente afectadas no solo por los vaivenes económicos, sino también por la masificación de negocios informales y la inseguridad.
Otro eje clave es avanzar en transparencia, más todavía, considerando los últimos escándalos, por todos conocidos, sobre el uso inadecuando de recursos públicos. En este sentido, la fiscalización, el resguardo de la probidad contribuirá, sin duda, a mejores condiciones para el desarrollo del país.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que hay factores que esta propuesta no resuelve y es que se insiste en exigir un esfuerzo a los que más tienen, aun cuando la carga tributaria chilena es relativamente baja respecto de otras realidades presentes en el club de la Ocde, que sirve como un barómetro para medirnos en el contexto de lo que buscamos ser como país. En esa línea, quienes pagan impuestos son pocos, por lo que se hace imprescindible ir más allá y priorizar la creación de riqueza, pues mientras aumente el ingreso en la población aumentará la recaudación efectiva.
Conocer esta hoja de ruta en su integridad, cuáles serán los próximos pasos, cuáles de estas iniciativas pasarán la aprobación, si es que lo hacen, o cuáles serán aquellas que entraben la discusión o se queden en el camino, será clave para determinar el real impacto que esta propuesta pueda alcanzar para las metas programáticas del actual gobierno.