Seleccionar los bolsos y las zapatillas o zapatos apropiados para los niños presenta sus desafíos, ya que a menudo ellos expresan sus preferencias personales. En ocasiones, los padres ceden ante la presión, los precios o los materiales. ¿Pero, qué riesgos para la salud podrían surgir al no utilizar tanto la mochila como el calzado adecuado?
Los especialistas de Clínica INDISA, Francisca Ruiz, kinesióloga, y Dr. Sergio Poblete, traumatólogo infantil, te aconsejan para que tomes una decisión informada para la próxima vuelta a clases.
- La mochila
La kinesióloga de Clínica INDISA, Francisca Ruiz, señala que “una adecuada mochila para los niños puede ayudarlos a mantener una postura saludable, a sentirse cómodos en sus trayectos entre el colegio y la casa. Esto, considerando que ellos están en constante crecimiento y, así como se desarrolla el cuerpo, la columna también lo hace, por lo que debemos cuidarla desde temprana edad para evitar futuros problemas”.
- Tamaño
El ancho de esta debe ser proporcional (en la medida de lo posible) al ancho de quien la utilizará. “Un niño de 7 años no puede usar la mochila de un adulto, porque no está preparado para esa carga. Además, nunca puede ser más larga que la espalda de quien la usa, de lo contrario todo el peso se irá directo a los hombros”, explica la especialista de INDISA.
- Cuidado con el peso que lleves
Existe una técnica simple que te puede ayudar a definir cuál debe ser el peso que se puede cargar en la mochila. “La regla del 15% indica que el peso que se lleva en la mochila no debe superar el 15% del peso corporal de la persona. Por ejemplo, si un niño pesa 30 kg, hay que poner atención a que no cargue más de 4,5 kg. Si no cumple con eso, puede tener consecuencias como dolor de espalda, de cuello y de hombros”, puntualiza la kinesióloga.
- Correas firmes, anchas, acolchadas y ajustables
Se recomienda que las correas de la mochila sean anchas, acolchadas y ajustables, ya que las delgadas aprietan, y como en la zona de los hombros hay muchos nervios importantes, esto podría generar incluso problemas neurológicos y, a su vez, motores en las extremidades. “La mochila no debe cargarse en un solo hombro, porque terminaría llevándose todo el peso y podría derivar en dolores lumbares agudos o hasta en espasmos musculares”, señala la kinesióloga Francisca Ruiz.
- ¿Es mejor una mochila con ruedas?
Considerando que estas mochilas no van en la espalda, los papás o los mismos niños suelen agregarles más peso. Sin embargo, esto solo puede funcionar bien cuando el camino está libre de obstáculos o cuando no hay que subir escaleras.
2. El calzado
El traumatólogo infantil de Cliníca INDISA, Dr. Sergio Poblete, señala que “el zapato que históricamente era para los niños, tipo botines muy rígidos y duros, ya no se usa, ahora lo más importante es la comodidad, sean niños o adultos”.
- Talla
La elección del calzado debe basarse principalmente en la comodidad. “Los niños tienden a no quejarse de los zapatos, pero finalmente se dan cuenta de que les aprietan, y esto puede traer problemas en sus pies a largo plazo, porque la talla no es la adecuada”, precisa el Dr. Poblete.
El especialista aconseja que «al probarle los zapatos al niño, asegúrese de que, estando de pie, usted sea capaz de aplastar la punta del zapato verificando así que sobra espacio delante para los dedos, evitando que los apriete. Otra recomendación es que, aun de pie, el niño empuje su pie hacia adelante y en la parte del talón, usted sea capaz de meter uno o dos dedos. Siguiendo estos pasos, los niños no deberían tener problemas de talla con su calzado.»
- Material
En cuanto al material, el cuero es una muy buena opción debido a su respiración, sin embargo la tecnología ha permitido elaborar zapatillas hoy no se quedan atrás. En este aspecto, el Dr. Poblete recomienda lo que más le acomode al bolsillo.