“Si bien este invierno hemos tenido un superávit de más de un 30% de precipitaciones con respecto al año pasado, y la nieve caída supera el 31% del promedio histórico, cifras que son una muy buena noticia, mantenemos un déficit anual hídrico que llega al 15,1% en el periodo enero a julio; y en el mes de julio tuvimos un déficit de 0,8%, comparado con registros históricos promedios, por lo tanto seguimos como Ministerio monitoreando esta situación y trabajando en medidas que nos permitan a futuro evitar posibles racionamientos, como está ocurriendo en otras regiones del país”, informó esta mañana el seremi de Obras Públicas de Ñuble, Paulo De la Fuente, luego de dar a conocer el último balance de la situación hídrica de la región.
En esa línea, el Seremi explicó que “en materia de precipitaciones, tenemos un superávit promedio de 8,8%, por provincias en Diguillín tenemos un superávit de 14,9%; en Punilla de 0,6% y en Itata un superávit de 0,7%. Con respecto a la estación nivométrica Estación Volcán Chillán, ésta presenta una acumulación Nival de 705 milímetros equivalente en agua, con un superávit de 31,8% respecto del periodo histórico que comprende los años 1991 al 2020”, datos entregados por la Dirección General de Aguas de Ñuble.
Situación embalse
En cuanto a los embalses que riegan predios en Ñuble, el seremi De la Fuente Paredes informó que “la Laguna Laja presenta un déficit de 74,8% respecto de su promedio histórico; el embalse Digua tiene un déficit de 22,9% en relación a su capacidad, y el único embalse que está en nuestra región, el embalse Coihueco, hoy presenta un déficit de 31,4% respecto de su capacidad, recordando que éste es un embalse de llenado. Y en cuanto a los caudales de los ríos, estos presentan un déficit promedio de 15,1% para el período Enero-Julio 2022, y para el mes de Julio 2022 presenta un déficit de 0,8%. En ambos casos, comparado con el promedio estadístico para igual período o mes”, sostuvo la autoridad.
Finalmente, el seremi del MOP enfatizó que “hoy día tenemos nieve acumulada; sin embargo, desconocemos cómo se va a comportar el clima en los próximos meses y si hay mucha lluvia en la parte alta de la cordillera, podríamos perder parte de esa nieve, eso nos obliga a hacer revisiones permanentes a la situación que tenemos”.